La Floralis vuelve a florecer: Buenos Aires inicia la etapa final de su restauración

Después de meses de espera, Buenos Aires volvió a ver cómo su flor de acero abría los pétalos al cielo. La Floralis Genérica, ícono indiscutido de Recoleta y emblema de la Ciudad, comenzó la etapa final de su restauración con un operativo monumental: el regreso del primer pétalo restaurado desde Baradero, tras recorrer 150 kilómetros por agua y tierra.

El viaje fue casi poético. El pétalo, de más de tres toneladas de aluminio y acero, navegó por el río Paraná a bordo de una barcaza hasta el Puerto de Buenos Aires. Desde allí, en plena madrugada y escoltado por un convoy técnico, recorrió las calles porteñas hasta la Plaza de las Naciones Unidas, donde volvió a unirse a la estructura principal.

“La Floralis Genérica representa mucho más que una escultura monumental: es un verdadero símbolo de nuestra identidad”, expresó el jefe de Gobierno Jorge Macri al ver nuevamente el pétalo reinstalado.


🔩 Una restauración con alma de ingeniería y arte

El temporal de diciembre de 2023 había dejado una herida abierta en la flor: dos pétalos colapsaron, obligando a desmontarlos y trasladarlos a un taller especializado en Baradero. Allí comenzó una restauración única, que combinó tecnología aeroespacial, ingeniería de precisión y arte estructural.

Durante meses, los técnicos desarmaron la pieza por completo, reemplazaron costillas y largueros de acero, aplicaron técnicas de inspección con corrientes parásitas y líquidos penetrantes, y modelaron en 3D cada componente para devolverle su forma exacta. Todo el proceso fue una mezcla de ciencia y amor por el patrimonio.

El ministro de Espacio Público, Ignacio Baistrocchi, lo definió así:

“Cada paso refleja el trabajo minucioso de meses. No es solo una reparación: es una forma de devolverle a la Ciudad uno de sus íconos más queridos”.


🚢 Un viaje épico por agua y acero

El operativo de traslado fue tan imponente como la flor misma.
Primero, una grúa de gran porte izó el pétalo en Baradero y lo cargó sobre un camión carretón reforzado. Luego, fue embarcado y viajó por el río Paraná y el Río de la Plata, escoltado por personal técnico y de seguridad.

Ya en el Puerto de Buenos Aires, comenzó la parte más delicada: el recorrido urbano hacia Recoleta.
Durante la madrugada, se ejecutaron cortes temporales de calles, giros de semáforos, elevación de cables y podas estratégicas de ramas para permitir el paso del pétalo, hasta llegar al corazón de la plaza. Allí, un equipo especializado en estructuras monumentales lo ensambló nuevamente en su lugar.

El resultado: una ciudad que se emocionó al ver renacer a su flor.


🌞 Lo que viene: el segundo pétalo y una flor completa

El segundo pétalo, actualmente en fase final de restauración, será trasladado durante noviembre. Si el clima lo permite, la Floralis Genérica volverá a estar completa antes de fin de año, reflejando nuevamente el sol sobre sus pétalos de acero inoxidable, como cuando fue inaugurada por su creador, el arquitecto Eduardo Catalano, en 2002.


🌸 Más que una escultura, un símbolo vivo

La Floralis es mucho más que una postal de Buenos Aires: representa la renovación, la modernidad y el ingenio argentino. Cada soldadura, cada bulón y cada remache de esta restauración es también una forma de reafirmar algo que late fuerte en la Ciudad: la capacidad de volver a florecer.


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